Los países asistentes a la cumbre de la Mancomunidad de Naciones Británicas (Commonwealth), celebrada en Australia este viernes, han acordado aplicar cambios constitucionales para eliminar la discriminación de género existente en la ley de sucesión al trono inglés.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, ha anunciado que las 16 naciones que componen la Commonwealth, las cuales, reconocen a la Reina de Inglaterra como jefa de Estado, han “alcanzado un acuerdo unánime en la modificación de la ley de sucesión”.
Esta Mancomunidad, está constituida por las naciones de Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica, Barbados, Bahamas, Granada, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tuvalu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Belice, Antigua y Barbuda y San Cristóbal y Nieves, además de Reino Unido.
La sucesión vendrá estipulada “por el orden de nacimiento”, aplicando dicha decisión “a todos los descendientes del príncipe de Gales”, precisó Cameron.
La otra modificación en la ley, permitirá que “un miembro de la familia real inglesa pueda contraer matrimonio con una persona de otra religión, sin tener que renunciar a sus derechos monárquicos”.
“El monarca debe estar en armonía con la iglesia de Inglaterra, ya que él o ella representa la cabeza visible de esta iglesia, pero resulta simplemente incorrecto negarle la oportunidad de casarse con un católico, si ese es su deseo”, anunció el primer ministro.
La sucesión a la Corona del Reino Unido viene regulada en la actualidad por la Ley de Unión (1800), que engloba la Declaración de Derechos de 1689 y las previsiones de la Ley de Instauración de 1701.