La justicia belga ha facilitado este mismo sábado a las autoridades locales, los nombres y los domicilios de más de un centenar de religiosos que cometieron delitos de pederastia, la mayoría de los cuales han prescrito, pero con el objetivo de evitar que reincidan.
La fiscalía belga ha redactado la lista a partir de las conclusiones obtenidas en la “Operación Kelk”.
Dicha operación, consistió en una investigación judicial sobre los múltiples crímenes de pederastia cometidos en el seno de la iglesia belga, y que se basó en parte también, en los registros realizados sobre la Conferencia Episcopal belga.
Pese a que la mayoría de los delitos han prescrito ya al haber tenido lugar hace más de 30 años, la fiscalía ha decido distribuir los datos personales de los religiosos que siguen con vida, con la intención de facilitar su seguimiento por parte de las autoridades locales.
La mayoría de los nombres que se incluyen en el listado, presentan domicilio en Flandes (norte del país), pero también hay un número bastante significativo de ellos, distribuidos por el resto de regiones de Bélgica.
La investigación judicial reveló aproximadamente 500 denuncias de abusos de menores, cometidos entre 1960 y 1985 por miembros de la iglesia belga, así como también, el registro de 13 suicidios por parte de las víctimas.
En dichos casos, se vieron implicados numerosos altos cargos eclesiásticos, como el ex-primado de Bélgica y ex-obispo de la diócesis de Brujas, Roger Vangheluwe, quien fue cesado directamente por el papa Benedicto XVI en abril de 2010, después de que reconociera los abusos sexuales a una menor de su entorno.