Antonio García Ferreras, actual director de LaSexta y anterior Jefe de Deportes de la cadena, vuelve al Real Madrid como nuevo Director de Comunicación de la entidad merengue, aunque nunca dejó de asesorar al Presidente Pérez.
Éste, llamémosle, oscuro personaje, siendo Jefe de Deportes de LaSexta, realizó una de las campañas propagandísticas más bochornosas de la historia moderna del deporte español.
Sucedió en 2009, Florentino Pérez consiguió ser elegido Presidente del Real Madrid sin presentarse a ningún tipo de elecciones democráticas, que algunos siempre olvidan mencionarlo, cuando la cadena de Emilio Aragón inició una campaña de desprestigio contra los oponentes políticos de su gran amigo, Juan Onieva y demás.
Una vez instalado en el poder, sus colaboraciones en Marca resultaban poco menos que vomitivas, la propaganda a un régimen siempre es así, incluyendo la última realizada a raíz de la Supercopa de España, donde su defensa a ultranza de José Mourinho y al Real Madrid con sus consiguientes “palos, palos y más palos” al club catalán, indican que este hombre siempre estuvo ahí en el diseño de la política de comunicación del club de Concha Espina, aun estando Valdano en el organigrama merengue.
Uno de los episodios más lamentables inducidos por la política de “guerra sucia” llevada a cabo por este personaje, fue el episodio del “dopping del FC Barcelona”, aunque obviamente sin pruebas, estoy convencido de que fue Ferreras el que deslizó al periodista de la COPE, Antonio Alcalá, que gente del Real Madrid pensaba que los jugadores del Barça utilizaban sustancia prohibidas para justificar su excelente rendimiento (sic, sic).
Por supuesto, la orquestación de esta maniobra “insinúa lo que sea, después niégalo que siempre quedará algo” no podía llevarse a cabo simplemente con las filtraciones a la COPE, sino que contó con la colaboración del antiguo periódico deportivo Marca y hoy convertido en un panfleto madridista (José María García dixit), ex-dirigido por el infame Eduardo Inda, íntimo del “señorito”.
Curiosamente, dos semanas antes y sin motivo aparente, el diario Marca comenzó a machacar a sus lectores con la idea de que en la Liga BBVA no se realizaban los suficientes controles anti-dopping, que sólo se sometían a dichos controles unos cientos de futbolistas en toda la Primera y Segunda división.
De este modo la idea del dopaje ya rondaba el pensamiento del aficionado, ahora le tocaba a Ferreras, filtración interesada (como cualquiera) y reclutar un par de periodistas y tertulianos afines al Presidente para que repitieran y repitieran la misma mentira por radios y televisiones, y por último, encender el ventilador, echarse a ver lo que sucede y esperar a que la mierda salpique lo máximo posible.