Bensalem Himmich, Ministro de Cultura marroquí, ha realizado una reclamación oficial tanto al Gobierno de España como a la Junta de Andalucía, en la que exige la mitad de los ingresos que genera La Alhambra anualmente.
Para ello, propone crear una sociedad mixta hispano-marroquí que gestione las visitas y los ingresos que genera el palacio, año a año.
A modo de compensación, el señor Himmich ha ofrecido a un grupo de expertos de su país en “arquitectura clásica andalusí”, para que ayude en la conservación y el mantenimiento de dicho monumento.
Según un estudio publicado en 2005, los beneficios anuales reportados a la Junta de Andalucía se aproximaban a los 453 millones de euros, además de generar unos 6000 puestos de trabajo, de forma directa e indirecta.
La Alhambra es el espacio más visitado de Andalucía y su impacto económico sobre la economía de Granada resulta fundamental para la supervivencia de las arcas públicas.
Por este y otros motivos, la propuesta del Gobierno de Marruecos resulta insultante a la vez que irrisoria y desde el Gobierno español, (alguien cruzará los dedos) no se plantea ningún tipo de concesión.