El pesimismo más absoluto se ha instalado en las filas de la cúpula socialista con la vista puesta en los próximos comicios, ya que según confiesan en privado algunos altos dirigentes del PSOE, los resultados electorales podrían ser incluso peores que los obtenidos por Joaquín Almunia en el año 2000, donde el Partido Popular obtuvo una mayoría absoluta aplastante.
El recuerdo de los resultados electorales obtenidos en las elecciones del año 2000, en las que José María Aznar obtuvo una mayoría absoluta sin precedentes y Joaquín Almunia, el peor resultado de la historia del PSOE, ha suscitado una gran preocupación entre varios dirigentes socialistas, que ven como la situación actual, presenta numerosos paralelismos con aquella.
El PP logró 183 diputados, mientras que el PSOE perdió 16 escaños, con respecto a las anteriores alecciones, y se quedó en 125. Como consecuencia de esos números, Joaquín Almunia tuvo que renunciar a la secretaría general, y, tras un congreso del partido, José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido como candidato a la presidencia y líder de la oposición.
Fuentes próximas a Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo han reconocido que el episodio de la reforma constitucional, para establecer el límite de gasto del Gobierno, se ha convertido en un importantísimo problema tanto para el candidato como para sus aspiraciones.
Sin embargo, sostienen que dicha reforma “no debería costarnos votos en nuestro electorado”. Es decir, confían plenamente en que el votante socialista tradicional mantenga su posición y vaya a votarles. Aunque sí admiten que “esta propuesta, nos impedirá captar votos en otros sectores de la izquierda, como por ejemplo IU”.