No existió el menor debate, el contenido de la Conferencia de Paz celebrada en San Sebastián, fue una completa farsa, ya que fue redactado y acordado días antes del evento. El objetivo era dar un paso más en la estrategia de ETA, de internacionalizar el conflicto.
Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas, han confirmado que “el contenido de la declaración no fue ni redactado ni discutido por los asistentes a la cumbre que se celebró en el Palacio de Ayete”.
“Sino que fue elaborado y acordado en las habitaciones de varios hoteles de la capital donostiarra, durante los días previos al evento”.
Y es que tanto las reservas de los hoteles donde se alojaron los asistentes como los coches alquilados para los desplazamientos, fueron abonados por el ayuntamiento de San Sebastián, gobernado por Bildu.
Entre las personas que asistieron a dichas reuniones preparatorias se encontraban miembros del llamado “grupo de contacto”, controlado por el abogado surafricano Brian Currin, a quien la izquierda abertzale califica como “el facilitador”.
Ellos fueron los auténticos “pensadores” de la declaración que, posteriormente, las “personalidades internacionales” que acudieron al evento, apoyarían con su presencia, y solamente con su presencia.
Según la opinión de expertos en la lucha antiterrorista, el papel desempeñado por Kofi Annan, ex secretario general de la ONU, de Bertie Ahern, ex primer ministro de Irlanda, y del ex ministro de Interior y Defensa francés, Pierre Joxe, así como del resto de “relevantes personalidades internacionales”, fue de meros comparsas, títeres participantes en una “estrategia de marketing” diseñada al milímetro.
Curiosamente, algunos de estos dirigentes no llegaron a pronunciar ni una sola palabra, durante las 3 horas que se extendió la conferencia.
Veamos ahora, quien fue realmente la “cabeza pensante” que redactó el documento promovido en la Conferencia de Paz, y qué pasos debían seguirse durante el desarrollo de dicha conferencia.
El documento fue redactado “oficialmente” por los miembros del “grupo de contacto”, pero en las “sombras” se encontraba como asesor principal el PNV.
Fuentes consultadas admiten que “el PNV aportó documentos a los hombres de Brian Currin, los cuales, mantuvieron numerosas reuniones en diferentes hoteles de San Sebastián, para acordar las bases de la declaración”.
Sirva como ejemplo de la influencia del PNV en el contenido de la misma, que se llegó a considerar la práctica terrorista de ETA, como la “última confrontación armada de Europa”.
Y es que la cumbre fue promovida por Lokarri, un movimiento muy cercano al entorno de la formación nacionalista de Urkullu.
Especialistas en la lucha contra ETA, siguen sin descartar por completo que la banda terrorista realice en las próximas semanas, un comunicado de apoyo a la declaración de San Sebastián, sin embargo, estiman que los terroristas no irán “más allá de los 5 puntos recogidos en el texto pronunciado por el ex primer ministro de Irlanda”.
Probablemente, querrán recalcar la petición de que los gobiernos de España y Francia entren en una negociación conjunta con líderes de Euskal Herría.
No obstante, los mismos medios han advertido del riesgo que supondría realizar una lectura optimista de dicho comunicado, ya que, al igual que la Conferencia de Paz, constituye una escenificación de la “hoja de ruta” diseñada por los componentes del conocido MLNV, movimiento del que ETA sigue siendo la vanguardia.