Mientras el Gobierno se debate si prorrogar las ayudas de 400 euros percibidas por los parados sin prestación, debido a que tiene que tapar los agujeros existentes en los Presupuestos Generales de Estado, la Ministra de Cultura no parece tener esa preocupación.
Según el Boletín Oficial del Estado (BOE), el departamento de cultura ha anunciado aumentar, en 550.000 euros, las ayudas para la organización de festivales de cine durante este año 2011, provenientes de las arcas públicas.
Tras esta última inyección económica, las subvenciones pasan a ser de 1,65 millones de euros al año, un 33 % más que en 2010.
Este aumento de las subvenciones se divide en 3 niveles: El primer nivel eleva la financiación de los festivales a 11.000 euros. El segundo nivel contempla 66.000 euros destinados a empresas privadas. Y el tercer nivel, que comprende una cifra aproximada de 1,14 millones euros, irán destinados a asociaciones sin ánimo de lucro (sic, sic) como la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, que percibirá una cantidad cercana a los 90.000 euros.
Tras este despilfarro, bueno, mejor dicho compensación por servicios prestados, Ángeles Sinde justifica estas aportaciones en base a que “la celebración de certámenes con repercusión internacional otorga prestigio a un país y fortalece su industria”.
Sin embargo, las ayudas públicas al mundo cinematográfico español no se quedaron ahí, sino que se han concedido unos 500.000 euros más para la realización de 40 cortometrajes. Además, se otorgarán otros 750.000 euros para la celebración de congresos y seminarios relacionados con el arte.
El total de las ayudas recibidas alcanza una cifra aproximada de 77 millones de euros, lo que resulta sensiblemente superior a lo recaudado por las cintas españolas, 69,7millones de euros.