Científicos del Instituto Scripps de Investigación han desarrollado las primeras células madre provenientes de especies en peligro de extinción, que permitirán mejorar la reproducción y desarrollar la diversidad genética de muchas especies animales.
Oliver Ryder, director de Genética en el Instituto de Investigación para la Conservación del Zoo de San Diego, en colaboración con Jeanne Loring, profesor de neurobiología del desarrollo en el Scripps Research, crearon hace más de 5 años, un banco de células de la piel de más de 800 especies diferentes de animales.
A partir de ahí, pensaron que quizás, podría ser posible desarrollar células madre a partir de especies en peligro de extinción, de modo que pudieran aplicarse para la conservación y ampliación de la diversidad genética animal, implantando nuevas posibilidades de reproducción “in vitro”.
En 2008, cuando la tecnología médica lo permitió, Ryder señaló dos especies para el estudio inicial. El primero fue una variedad de mandril en peligro de extinción elegido por su íntima proximidad genética con los seres humanos, y el segundo, fue el rinoceronte blanco del norte, especie genéticamente alejada de los primates y que también se encuentra amenazada por la desaparición.
Este proceso, conocido como “pluripotencia inducida”, dio sus frutos tras un año entero aplicando el método de ensayo y error, que permitió a los investigadores concluir que los mismos genes que provocan la pluripotencialidad en los seres humanos también lo hicieron en el caso del mandril y el rinoceronte blanco.
De momento, califican el experimento como “insuficiente”, debido a que esta técnica sólo ha tenido éxito en unas pocas células madre, sin embargo, estos avances suponen un futuro esperanzador para la conservación de la biodiversidad animal y por qué no, aplicar dichas terapias para uso humano.