Definitivamente, la zona noble del Santiago Bernabéu ha perdido cualquier noción de sentido común y del poco juicio que podía quedar a sus dirigentes, bueno, a su dirigente.
Según me cuentan, los señores que se sientan en la mesa de directivos han restado importancia al episodio entre su técnico y el 2º entrenador de Guardiola, la clara muestra de desprecio al rival de la que hace gala el portugués respondía únicamente a provocaciones previas del señor Tito Vilanova.
Dichas provocaciones, al parecer, parten de unas declaraciones de Tito Vilanova la temporada pasada en las que afirmaba que Mourinho nunca podría entender ciertas cosas del fútbol ya que nunca había sido jugador profesional.
Mourinho, al margen de sus conocimientos y su palmarés, tiene también sus complejos, ya que él siempre deseó triunfar como portero pero cuyas cualidades futbolísticas dejaban mucho que desear, al parecer el abanderado de la verdad y el de “ir de cara” no soporta todas las verdades.
El otro episodio que se ha comentado en los despachos de Concha Espina, es que al parecer, Leo Messi es el principal instigador del conflicto al final del partido (claro, lo que no puede pensar el argentino es meter un gol en el 89 y pensar que no va a pasar nada).
Afirman que el argentino escupió hacia el banquillo cuando José Mourinho hacía unos gestos con la mano como “de que algo olía mal”, por supuesto es mentira, según las imágenes mostradas, Leo Messi no es consciente de la situación de Mourinho y por tanto escupe hacia el suelo, en un gesto muy típico en un partido.
Aseguran también que hizo gestos hacia el banquillo visitante como de “vosotros seguir hablando”, este episodio del que tanto y tanto se escandalizan en el Real, sí que es cierto, ya que las imágenes muestran al jugador haciendo dicho gesto (dios mío que nivel de violencia está alcanzando el fútbol).
De este modo, ni el Real Madrid como institución ni Florentino Pérez en representación del mismo, van a emitir ningún tipo de comunicado justificando a su técnico, en su pensamiento no ha hecho nada reprobable y debido al apoyo popular del sector más juvenil del Bernabéu (un sector con ideas propias y al que jamás se le puede vender propaganda), cierran filas en torno al portugués.
También comentaron a jugadores y técnicos que habían estado a punto de derrotar al “equipo con más suerte del mundo” (esa suerte mide 1,69 y ha venido cachas de las vacaciones) y que “estaban en el camino correcto, para derrotar al Campeón de Europa”, al menos no pierden el sentido del humor.