Puma ficha al jugador azulgrana, como imagen de la firma deportiva y durante seis temporadas, a cambio de 16 millones de euros, situándose por delante de Usain Bolt, quien hasta este momento, era el deportista franquicia de la marca.
Puma no piensa reparar en gastos para configurar un equipo competitivo que pueda desafiar, de igual a igual, a los gigantes Adidas y Nike.
En los últimos tiempos, su estrategia se había centrado en selecciones africanas como Camerún y en determinadas estrellas futbolísticas como Eto’o y Henry.
Pero a partir de ahora, están decididos a invertir 20 millones de euros por temporada, para así firmar acuerdos con estrellas de primer nivel, incluso, aseguran que “están dispuestos a abonar las rescisiones de contrato y ofrecer a los futbolistas, el doble de lo que perciban en sus anteriores contratos”.
Estos contratos, se mantienen todavía lejos de lo que perciben Messi o Cristiano Ronaldo, auténticos iconos de Adidas y Nike, respectivamente, donde ambos se aproximan a los 5 millones de euros por temporada, vistiendo modelos de botas exclusivas, que ningún otro deportista puede lucir.
Sin embargo, lo que ninguno de estos gigantes esperaba, es que Puma aparecería con un poder inversor de tal magnitud, consiguiendo arrebatar a Nike, jugadores como Cesc o Agüero (el cual, tiene firmado un contrato de cerca de 2 millones de euros por temporada).
Por su parte, Adidas se encuentra manteniendo unas duras negociaciones por la renovación de su contrato con el Real Madrid, un “matrimonio que lleva más de 10 años compartiendo intereses” y que tras más de un año de negociaciones, ambos están condenados a entenderse.
El problema radica en que el Real Madrid exige a Adidas, el pago de 50 millones de euros por vestir al equipo, mientras que Adidas pretende rebajar dichas pretensiones, aunque siempre bajo la mirada atenta de Nike, que aguarda acontecimientos, por si se produjera una ruptura, lo que podría llevar a la firma deportiva norteamericana, a controlar a los dos principales clubs de España.