Muchos niños odian la hora del baño, sobre todo durante los primeros años de vida, es por eso que te traemos esta manualidad para que el baño no se convierta en una auténtica odisea.
Una esponja con forma de oso polar puede llegar a ser tu gran aliado a la hora del baño.
Materiales
– Tela de rizo blanca.
– Un trozo de tela negra.
– Hilo negro.
– Hilo blanco.
– Un trozo de esponja de 2 cm de grosor.
Elaboración paso a paso
Corta un trozo de la esponja con las medidas de 10×15 cm. Redondéale las esquinas, marcando previamente por dónde tienes que cortar.
Al tener la esponja un grosor de 2 cm, ten cuidado a la hora de cortarla, ya que podrías desviarte y al intentar arreglarlo, quedarte sin la esponja.
Corta dos piezas de tela de rizo lo suficientemente grandes como para cubrir la esponja, o si lo prefieres, haz una única pieza. No te olvides de darle la forma redondeada en las esquinas para facilitarte el trabajo. Y por supuesto, ¡no tires el sobrante!
Coge una de las partes que has cortado de tela de rizo, la cual, será la parte delantera de la esponja, cósele un pequeño triángulo de tela negra con el hilo negro, y marca los ojos y la boca con un lápiz para guiarte y rematar el trabajo bordando dichas partes con hilo negro.
Con el sobrante de la tela de rizo, haz unas pequeñas orejas, y cóseselas a la pieza delantera, una a cada lado de la cabeza, aproximadamente a la misma altura.
Junta las dos piezas de tela de rizo, de tal manera que lo que va a ir por dentro quede por fuera, y pon especial cuidado de que las orejas queden por dentro, es decir, que cuando le des la vuelta estén por fuera. Cose las dos piezas alrededor, dejando el extremo inferior abierto.
Cuando las tengas cosidas, dales la vuelta e introduce con cuidado el trozo de esponja. Finalízala cosiendo el extremo abierto.
Y ya tienes lista tu Esponja con forma de Oso Polar, sin duda una manualidad sencilla que divertirá y gustará a los más pequeños.