Calmar la sed de los bebés es algo muy importante, sobre todo en las épocas de más calor, que será cuando el pequeño reclame con mayor frecuencia el pecho de la madre.
Durante los primeros meses de vida, el bebé no precisará de nada más que la leche materna para hidratarse y alimentarse, siendo a partir de los 6 meses, cuando se le puedan ofrecer otro tipo de líquido, consultándolo con el pediatra si fuese necesario.
Según los niños se van desarrollando, pueden alimentarse o saciar su sed con diferentes tipos de alimentos y bebidas, y dado que su actividad física será mayor, será imprescindible mantenerlos bien hidratados.
La mejor opción para ello es optar por las bebidas saludables, las cuales, además de hidratar al pequeño, también lo nutren. Por el contrario, las bebidas no saludables pueden ocasionarle enfermedades como obesidad infantil, caries dentales o anemia, si no son administradas de una manera adecuada.
Por esta razón, saciar la sed de los más pequeños, es algo que los padres deben tomarse muy en serio, especialmente cuando hace calor, cuando el niño realiza ejercicio físico o cuando se está recuperando de una enfermedad.
Bebidas para saciar la sed de los niños
La cantidad de líquido que se le ha de proporcionar al niño, dependerá de la edad de éste y de la actividad que realiza, siendo muy importante administrar las bebidas de una manera adecuada.
Leche. Imprescindible para el desarrollo de los huesos, por lo que se deberá optar por una leche adecuada para su edad, y no deberá excederse la cantidad recomendada que se le ha de proporcionar ya que podría acarrearle problemas de salud.
Agua. Fundamental para aquellos niños que son muy activos, o para cuando hacen actividades físicas, como jugar o correr, por lo que será aconsejable disponer de una botella de agua a mano para que pueda hidratarse cuando sea oportuno. El agua que se le proporcione al pequeño, debe ser adecuada para una dieta infantil.
Zumos. Se debe optar por los naturales y en pequeñas cantidades, ya que éstos, aunque presenten menor cantidad de azúcares que los comerciales, también tienen una cantidad elevada de los mismos para los pequeños.
En contraposición a todo esto, se deben evitar los refrescos, ya que éstos presentan una gran cantidad de azúcares, los cuales, acarrean consecuencias negativas en los más pequeños.