En adultos es habitual que se produzcan casos de “comedores emocionales”, personas que utilizan la comida como una forma de aliviar las emociones negativas, como por ejemplo, el estrés, la ansiedad o la tristeza. Aunque resulte extraño, muchos adolescentes pueden desarrollar esta misma conducta.
La atención al aspecto emocional es uno de los pilares fundamentales para combatir el sobrepeso y el ansia por comer, por lo tanto, el primer paso para controlar dicha conducta radica en la adquisición de unos hábitos alimentarios ordenados y equilibrados.
Cómo reducir la ansiedad por comer
Veamos a continuación algunas recomendaciones para evitar este tipo de conductas compulsivas:
Cambiar el estado de ánimo. Realizar tareas alternativas a la conducta de comer, como por ejemplo, hablar con alguien, salir a la calle, navegar por Internet, etc…
Evitar los momentos críticos del día. Si el deseo de comer, por ejemplo, chocolate, siempre surge por las tardes, durante el tiempo de descanso, se podrá programar algún tipo de actividad a realizar durante ese periodo.
Limitar el acceso a los alimentos “peligrosos”. Intentar no comprar aquellos alimentos que le hagan perder el control.
Suprimir el concepto de alimento “prohibido”. La mejor forma de no desear intensamente un alimento es consumirlo de forma ocasional y con naturalidad, sin que haya una prohibición expresa.
Organizar las comidas. Es imprescindible realizar cinco comidas diarias e intentar mantener la rutina, para así evitar las bajadas de azúcar en sangre, las cuales, podrían originar un ataque de hambre.
En este caso, también es conveniente que coma sentado en la mesa, de manera tranquila y ordenada, así como planificar los menús con tiempo para poder prepararlos adecuadamente.
Evitar el sentimiento de culpa por comer. Es fundamental evitar el sentimiento de culpa por haber comido a escondidas, ya que dicha actitud, puede generar sensaciones negativas que retroalimenten el círculo vicioso de la comida, haciéndole comer más y sintiéndose todavía peor.
Incluir alimentos integrales. Este tipo de alimentos proporcionan una mayor sensación de saciedad, por lo tanto, reducirá la sensación de tener que comer.
Reflexionar sobre los antojos. Si en algún momento comienza la ansiedad por comer, deberá intentar no empezar a comer y esperar 10 minutos, de este modo, practicando dicho auto-control, el adolescente será capaz de ir controlando su propia ansiedad.
En este caso, la reflexión podrá combinarse con ejercicios de respiración y algo de ejercicio.