Son muchos los padres que, por unos motivos u otros, deciden no escolarizar o desescolarizar a sus hijos, ya que según ellos, el sistema oficial de educación establecido no cubre las necesidades que tiene su hijo ante el aprendizaje.
Por esta razón, estos padres deciden educar ellos mismos a sus hijos, a pesar de que resulte una tarea un tanto difícil.
Ventajas e inconvenientes del Homeschooling
Este tipo de educación llevada a cabo en casa, ha adoptado su nombre inglés Homeschooling, y tiene una ventaja muy a destacar, ya que permite ofrecer una enseñanza individualizada respetando el ritmo de aprendizaje de cada niño, planteándose las actividades según las necesidades y los intereses del mismo, en contraposición a lo que un centro educativo puede ofrecer, ya que cada día las aulas están más concurridas, y en ellas no siempre se respeta el ritmo de todos los niños, ya que los maestros no tienen la flexibilidad que les gustaría tener.
Uno de los inconvenientes del Homeschooling que la gente puede plantearse es que los niños se vuelvan asociales, ya que el hecho de no ir a una escuela, donde los niños se relacionan con otros niños, podría provocar que los niños educados en casa tuvieran problemas para socializarse. Sin embargo, esto no es así, ya que educar en casa no quiere decir que los niños estén todo el día metidos en casa con sus padres, también hacen actividades extraescolares y participan en actividades con otras familias que emplean este tipo de educación.
A pesar de ello, con el Homeschooling se corre el riesgo de que los niños crezcan muy influenciados por las creencias y convicciones de sus padres, y del mismo modo, los padres puedan llegar a ser sobreprotectores con ellos, queriendo que sus hijos vean el mundo a través de su propia visión.
Cómo llevar a cabo el Homeschooling
Antes de plantearse el Homeschooling, hay que informarse bien tanto a nivel pedagógico como legal, ya que aunque en España no está expresamente prohibido en ningún texto legal, pueden existir ciertas controversias, ya que sí que se exige una educación obligatoria. Por ello, es aconsejable contactar con familias cercanas que ya eduquen en casa, las cuales pueden informar y aconsejar sobre la situación.
Si se termina por emplear este modo de educación, se ha de saber que no es necesaria una formación específica, pero sí que se requiere de mucha paciencia, tiempo y voluntad día tras día, algo que no todos los padres pueden ofrecer.