Las técnicas de estudio son un conjunto ordenado de acciones que debe realizar el estudiante para lograr comprender y memorizar conceptos, principios o hechos de forma permanente.
Tras analizar el método de estudio de alumnos que han obtenido excelentes resultados académicos, se han podido establecer una serie de estrategias tremendamente eficaces, las cuales, permiten al estudiante no experimentado aprovechar mejor sus recursos intelectuales y, por lo tanto, mejorar sus resultados académicos.
Así pues, estudiar es un proceso que requiere de 3 momentos concretos:
– Comprensión del texto.
– Selección y organización de conceptos.
– Memorización de los conceptos fundamentales.
Expliquemos a continuación, de forma más detallada, cada uno de estos momentos de estudio.
Comprensión del texto
En este momento intentamos no sólo acercarnos al tema del estudio, sino comprender lo que se va a estudiar.
Pre-lectura. Consiste en realizar una lectura muy rápida de todo lo que se ha de estudiar, con el objetivo de obtener una idea general sobre el contenido del texto.
Lectura comprensiva. Se trata de leer despacio el texto, procurando entender y comprender correctamente todo lo que explica.
En caso de que no se comprendiera algún concepto o idea, se releería de nuevo.
Selección y organización de conceptos
En este momento se deberán subrayar las ideas principales o las palabras clave. Si se hace de forma correcta, al leer sólo lo subrayado se podrá entender la idea fundamental del texto.
Resumen del texto. Una buena manera de hacer el resumen consiste en redactar los conceptos importantes, pero formando frases completas con sentido.
Confección de un esquema. Se trata de presentar las palabras con mayor carga conceptual de forma organizada, formando un esquema de llaves o mapa conceptual.
En este caso se podrían utilizar otros tipos de esquemas, en función de cómo se comprendiera mejor.
Memorización de los conceptos fundamentales
En este momento se tratará de asimilar los conceptos básicos de la información que ofrece el texto, de tal manera que la memorización posterior resulte más sencilla.
Visualización del esquema. Para memorizar el esquema anteriormente elaborado, será necesario observar con atención el número de elementos de cada nivel, el modo en cómo están colocados, cuántos niveles distintos hay, etc…
Recitación reiterada del resumen. Primeramente hay que dividir el texto del resumen en partes pequeñas para poder estudiarlas por separado, una detrás de otra. En este caso, se podrá hacer por preguntas o por párrafos. A continuación, se leerá tres veces seguidas, en silencio o en voz alta, y posteriormente, se intentará repetir lo recitado sin mirar el texto, comprobando por último que lo dicho se corresponde con lo escrito.
Repaso de lo aprendido. Lo que se ha aprendido un día, no servirá de nada si no se repasa al día siguiente, y de nuevo pasados 5 ó 6 días. De este modo, se conseguirá afianzar lo estudiado, necesitando únicamente un repaso general antes del examen.
En este caso, se deberá repasar las veces que sea necesario hasta que, realmente, se haya aprendido lo estudiado.